lunes, diciembre 29, 2008

No a la hipocresía



Que clase de fiestas de navidad son estas, donde no estamos manifestándonos y pidiendo la ruptura de relaciones con el estado de Israel.
Desde nuestra ventana al mundo hemos estado viendo imágenes de terrorismo todo el fin de semana y no hemos escuchado aun una condena clara y contundente a estos ataques.
Al parecer nos importa más esta crisis económica, que la actual crisis del hombre que esta invadiendo el mundo.
En estas fechas donde la hipocresía es la tónica, tenemos que escuchar palabras en contra de las libertades publicas de boca del mayor representante en España de la iglesia Católica, Apostólica, Romana; pero no escuchamos ni una pequeña condena a un invasión ilegal de un estado artificioso sobre un antiguo estado soberano.
Desde occidente siempre nos hemos creído los más listos, más guapos, es decir los guardianes del mundo, aunque analizándolo fríamente es una gran falacia. Pensemos que el estado de Israel se creo para enviar a los judíos Europeos que habían escapado al Holocausto, es decir Occidente para librarnos del antisemitismo no nos dedicamos a educar en valor a nuestros jóvenes, sino que decidimos que lo mejor era trasladar los conflictos fuera de casa.
Debemos sentir asco por la invasión de Gaza y por los ataques de Rouco a las libertades, pero parece que lo único que nos importa es el bienestar propio, lo cual sin llegar a ser malo, lo que si pide es un poco de pudor y no celebrar estas fiestas, si en nuestro foro interno no creemos en la solidaridad.
Sinceramente creo que la mejor religión es la que no existe, pero como en pleno siglo XXI parece que hay mucha gente temerosa del futuro, vivimos en un mundo donde los extremismos religiosos ocupan los altos cargos de las Iglesias, reduciendo a los seguidores a masa borreguil.
Todos debemos alzar la voz en contra de los ataques crueles, del terrorismo de estado y del terrorismo religioso, el cual parece ser en estos momentos el más activo. Teniendo presente que el terror no solo se infligen con bombas y misiles, sino también con la palabra.

Un cordial abrazo y mis mejores deseos para el 2009, ya que si el 2008 termina de esta manera, el próximo año sera factible que pueda ser mejor.

viernes, diciembre 12, 2008



La nueva Revolución juvenil


Los jóvenes actualmente nos encontramos en una encrucijada, la crisis que azota la economía global y que se recrudece en esta Europa inoperante, donde las decisiones son a 27, es decir donde no se puede decidir.

Las recientes manifestaciones en Grecia, las movilizaciones de los universitarios por la reforma de Bolonia, la cual es una oportunidad pero también puede llegar a ser una privatización encubierta. La juventud quizás parezcamos muertos, pero en momento difíciles es cuando empezamos a trabajar duro y intentar cambiar el mundo. Estas pequeñas manifestaciones de la fuerza joven es sin duda el motor del cambio, para un sistema agotado y cuya agonía es visible.

Mayo del 68 no ha muerto, por mucho que la derecha de este país la intenten enterrar, también debemos mencionar que no toda la juventud piensa en el progreso de mundo. Leía esta mañana que la NNGG y la Presidenta de Madrid estaban estudiando la reforma universitaria de Bolonia como una oportunidad para matar el espíritu del 68 y conseguir una universidad donde lo que prime sea tu estatus social y el poder de tu cuenta corriente.

Los jóvenes, sobre todo los de izquierdas, debemos evitar que una reforma para el futuro se convierta en un arma de la derecha para expulsar a los que tenemos menos recursos de la universidad. La lucha no quiere decir una guerra abierta donde al final los que salimos perjudicados somos nosotros mismo, sino un enfrentamiento con argumentos y dando a conocer nuestras fortalezas, es decir que todos sepan lo que dice la cultura Socialista y no nos rindamos nunca.
Se puede ser joven y sobrevivir, es decir, podemos hacer todo aquello que nos gusta como pueden ser jugar a videojuegos, salir de fiesta, ir al cine y además también se puede luchar por un mundo mejor.

Los grandes avances de la sociedad son causados por la conciencia social juvenil y el empuje que podemos hacer, por ello hoy más que nunca debemos estar a la cabeza de esta pequeña revolución, sin preocuparnos demasiado por la crisis ya que sera superada más temprano que tarde y cuando esto suceda nosotros deberemos tomar las riendas para que no vuelva a suceder, construyendo un mundo más justo.