Desde
hace más de un año venimos sufriendo la crisis de la supuesta
“unidad” de España, pero últimamente hemos visto el aumento en
la escaladas nacionalistas, tanto central como periférica.
Analizando esta escalada nos queda claro que se esta imitando la
política Nazi de los años 30 del siglo pasado, creando un enemigo
exterior y que nos maltrata o menos precia para conseguir explicar
los problemas que tenemos en nuestra sociedad. Los recortes y
endeudamiento son culpa de otros.
Es
muy difícil luchar contra los nacionalismos, ya que no tienen como
base una raíz razonable y razonada, sino que son un sentimiento
visceral que hace sentirnos orgullosos de algo tan aleatorio como
nacer en uno u otro lado. Desde la izquierda es difícil hacer el
ejercicio educativo de la importancia de aquello que elegimos y no de
lo que nos viene dado. Los seres humanos podemos decidir ayudar, ser
solidarios... pero lo que no podemos decidir son nuestro color de
piel, donde nacimos, nuestros gustos sexuales y todo aquello que
nunca hemos tenido opción a elegir.
El
nacionalismo es una enfermedad irracional que da poco igual cual sea
el tamaño de la nación que se defienda. Por eso hay que
"criminalizar" tanto a los nacionalistas periféricos como
los centrales, el "catetismo" demostrado por ambos
solo sirve para alimentar los odios que unos y otros se profesan. Las
acciones de los pueblos periféricos tienen una respuesta desde el
nacionalismo central y viceversa. Por ello todos y todas los que
creemos que en la humanidad debemos combatir los nacionalismos con el
internacionalismo, hacer una política beligerante contra los que
alimentan las diferencias y causan malestar social.
Hay
que tener bien claro que no se puede ser de Izquierdas y tener un
sentimiento identitario con un territorio, ya que para los que somos
de Izquierdas nuestro único sentimiento es el de la igualdad de
toda la humanidad sin importar circunstancias personales de cada
individuo. Hay que defender la cultura de cada pueblo, pero esa
cultura nunca es mejor que otra, ni una lengua es superior a otra.
Las lenguas tienen como fin el interaccionar y relacionarse con otros
seres humanos, no la de ser una barrera.
Frente
al "frentismo" debemos ser insumisos y no defender ninguno
de los sentimientos, cada vez que nos intenten colocar un sentimiento
de territorialidad debemos mostrarles que lo que nos importa es la
situación de las clases menos favorecidas de la sociedad, que
nuestros valores de luchar contra las clases, aboliéndolas y
convirtiéndolas en una única clase de seres humanos con mismo
derechos y deberes es nuestro objetivo.
El
papel que nos toca jugar a la izquierda esta claro, la insumisión en
participar en está “guerra” de nacionalidades que lo único que
intenta es culpar a un ficticio enemigo del malestar social. La
solución esta en la educación en internacionalismo y en la
genética, pues al fin y al cabo solo somos un simio que bajó de un
árbol en África y se extendió por el planeta.
Un
cordial saludo.
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