SARIEGU, UN PARAISO EN DEMOLICIÓN
“Quién nos iba a decir haz unos años que Sariegu se convertiría en la pequeña Marbella”, si señores, las dieciocho asociaciones que tenemos nos hicieron ejemplares por su dinamismo, y capacidad de organizar todo tipo de eventos para el disfrute de los sareganos, pero la política que reina en el concejo todavía anclada en el caciquismo y el fascismo, está haciendo que un paraíso se convierta en una ciudad dormitorio que se olvida de sus habitantes de toda la vida.
Por supuesto que Sariego debe subirse a los tiempos que corren, pero ¿Esto significa construir doce núcleos de “viviendas” como el que se está construyendo en nuestra capital con un metro cuadrado de zona verde, y a unos precios aberrantes? ¿O realizar un inmenso polígono que arrasa con todo lo que lleva por delante, construido bajo unas condiciones de especulación e higiene política, al más puro estilo marbellí? ¿Es futuro para un concejo de mil trescientos habitantes privatizar el agua?, ¿Es prioritario hablar de gas cuando todavía no hay saneamiento? ¿Es lógico que sólo se convoque a los sareganos para los festejos y actividades lúdicas, y no se les ponga al día de asuntos importantes de los que depende su casa, sus fincas y en definitiva, su calidad de vida?
Y no se trata de dar la vuelta a la tortilla, diciendo que hay gente en Sariego que parece estar a favor de construir un muro en La Campa y otro en La Masanti para que no entre nadie. Esto queda muy bien para hacer propaganda política barata y convencer a cuatro “paisanos” con palabrería, en realidad lo que muchas familias de Sariego quieren es que sus hijos puedan hacer una casa en una de sus fincas, pero según este “avaricioso” y “especulativo” plan de urbanismo que eligió nuestro ayuntamiento, aunque es probable que con un poco de suerte te encuentres con que una de tus fincas es edificable, hay un pequeño matiz, es edificable en el caso de que construyas doce viviendas, y resulta que la familia en cuestión no es una empresa constructora, sino un matrimonio con uno o dos hijos a los que les gustaría quedarse a vivir en su pueblo.
Como dice el refrán “la avaricia rompe el saco”, y esto es lo que está sucediendo en el actual ayuntamiento de Sariego. Vivimos en un concejo que necesita crecer para evolucionar, pero este crecimiento debe darse de una forma progresiva en el tiempo, no de la noche a la mañana y arrasando con paisaje y todo el patrimonio histórico que encuentra a su paso, porque aunque para una persona sin cultura ninguna unos restos de cerámica no valgan nada, para otros tienen mucho valor y forman parte de la historia de los que poblaron esta tierra, a los que sin duda les daría la risa eso de “la semana cultural” después de ver como toneladas de tierra se vierten sobre Solavilla, por poner un ejemplo. En una ocasión, fuimos muy valientes y cortamos la carretera en la Masanti para exigir que se mencionase nuestro concejo en los carteles de la autopista, como no, se ofrecieron autocares gratuitos para facilitar la asistencia de los sareganos a esta barricada; curiosamente y como dato anecdótico del día, los nuevos carteles con el nombre de Sariego impreso en ellos estaban en una furgoneta; ¡que curioso! aquella vez todos fuimos muy participativos y allí estuvimos, dando la cara y luchando heroicamente por una causa que ya estaba resuelta en la parte de atrás de un furgón. Sin embargo y salvando las distancias, a los que protestan en la actualidad por causas mucho más serias que una palabra impresa en un cartel, se les tacha de alborotadores y de estar en contra de Sariego.
¿Por qué no nos manifestamos ahora para impedir que una empresa de pinturas altamente contaminante, que viene rebotada de otros lugares, y que ocupará casi la totalidad de nuestro primer polígono (porque van a ser más), se instale en nuestro concejo? Ahora está en juego la salud de nuestro río Nora y nadie moverá un dedo, pero bueno, es más importante debatir sobre si el túnel de la autopista lo llamamos: Tunel de la LLomba o Tunel de Fabares.
Y por último, aunque resulte difícil de entender para algunos, a los que la cabeza sólo les da para pensar: “O estás conmigo o contra mi”, hay personas que no estamos a favor de que nuestro concejo se urbanice e industrialice en dos días, simplemente porque cuatro quieran sacar partido y llenarse los bolsillos, y sin embargo, queremos que Sariego evolucione como se merece, sin prisa y sin intereses económicos de por medio.
